miércoles, 31 de diciembre de 2014

Tu y yo


"And you and I climb over the sea to the valley
And you and I reached out for reasons to call" 
  Yes



Desde el ventanal   nuestro destino se forja

El círculo se contrae y el cáliz de la esperanza
es llenado con la humedad de la mentira.

Una flor se pulveriza en agujeros sórdidos
donde la realidad se escabulle (y la verdad).

Los niños juegan
y en el círculo de la muerte
se diluyen las fosas entre cifras  de cadáveres.

El terror tiene mil nombres que convergen
al número 43 como señal de alerta
rompimiento
el fin
el límite.

Ellos no son solamente un número,

Son La memoria
Los otros números
Las otras muertes
El nunca más
La vergüenza
La rabia
El dolor
Nuestra consciencia
El grito
la lucha
el reclamo…

Pero también el amor
la esperanza
el renacer
Tu y yo.

MHG Diciembre 2014

sábado, 29 de noviembre de 2014

La distancia indiferente





En la parte intricada de la frase
cuando el verso de uno y otro
se dibuja
se canta
se recuerda
surge un momento que no es tiempo de poesía
únicamente, un tiempo de respuestas
ante cuarenta años de silencio
presión de sulfhídricos semánticos
la que rige estática la otra voluntad dormida
la que no encierra sueños de emisarios
o navíos en medio de la soledad.

Estamos solos en el rito de escribir
y solos imploramos el rescate del poema
la poesía disfrazada y al asecho
aguarda el momento de la nada;
nos quedamos inermes y desprotegidos
con los encuentros del verbo ante el espejo,
 la canción repetida del silencio,
la ocasión del instante permanente,
la búsqueda del puerto de la dicha
y sin embargo lo sabemos
estamos irremediablemente solos
ante el teclado
o la hoja de papel en blanco
en un momento irracional de locura analfabética
como el que espera la presa con su caña de pescar
en un anzuelo virtual
inexistente
en la mentira de una canción acuática
solos
sin remedio.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Trozos sobre la Nada








Para ser
En el canto de lo insondable
un pedacito de nada,… (Waldo López, El canto del Jaguar)



I
 Quizá un recipiente para  guardar la medicina que permita aliviar el alma y olvidar lo que somos, antes de que este ciclo estalle en mil pedazos en su inicio, se expande, luego se enfría, después de calentarse y como si fueran paradojas, vuelve a convertirse en nada y en medio de ello, se encuentra el manuscrito que hay que descifrar.

II

 El amor que entre piernas, entre miradas, entrelazados los hombres con todas las mujeres… también es colapsado por el tiempo y nuevamente nos quedamos solos, nuevamente es un collar de verbos,  una palabra tras otra y así formando líneas y poemas, descifrando el lento proceso de la vida y su parte contraria que es la muerte

III

Es la reflexión  en esas puertas que detienen
a la señora ausente,
la que reclama en cada instante con mis  dudas,
es decir, la que nos llena constantemente de preguntas
y nos invita a la aventura del no ser  en este universo
donde muchas veces el vació se confunde
con esas preguntas que no tienen respuestas.


IV

Quiero pensar de igual forma qué en dos estaciones,
dos paradas antes de la muerte,
ese destino que irremediablemente
a todos nos alcanza,
no es un final rotundo,
si no una parte crucial de la existencia,
la introspección, el retroceso,
el punto en que el inicio se pierde
en la respuesta de la nada, 
esa metáfora que se esconde en el silencio.

V

Hoy me despierto con la vida
y en otras ocasiones la muerte
es la que acecha, entonces hoy
también sin estar desprevenido
me levanto con la muerte,
como la reina blanca y la reina negra
en un tablero de ajedrez jugando
una partida interminable.         

VI

Está bien, a veces lloro
y a veces
me confunde el egoísmo.
¿es por la ausencia de ellos o de mí?
O son lágrimas que deja en el camino
la parte en mí que busca su destino,
el camino del guerrero.

La ausencia, primero es un vacío
que se llena (¿de palabras?) en un
largo pasillo en que nos hablan
los espejos.

Vacío, ausencia de algo
Ausencia, lo contrario a permanencia;
luego es la parte paralela de la nada
la convergencia de la estática
el verbo congelado,
pero es contradicción
no hay ni frío ni calor,
no hay conciencia,
solamente no hay conciencia.

VII

En realidad no somos nada cuando se piensa
ni nadie cuando se sueña
ni nadie cuando se acusa
ni nadie cuando se vive
ni nadie cuando se muere;
                         
entonces ¿quienes somos los que somos
si no es lo que somos
que sin ser no somos nada?


VIII

Lo que entonces sucedió ya no es el tiempo,
lo que ahora sucede
entonces ya existió
y el futuro no es promesa eterna
sino el pasado de algo que en gerundio nos devora.
                                                                                
 

lunes, 3 de noviembre de 2014

Rabia

           
 Foto Roberto García





"...en esa tierra poblada de fantasmas
surcada de historias repetidas
también fue sepultado el verbo
la canción y la batalla" (Rabia congelada)

I
Pasan los días y  aumenta el desencanto,
el Leviatán es un monstruo hambriento y renovado.

II

Este país es un campo santo perforado,
una telenovela en el cajón de los idiotas.

III

Las primeras horas sirvieron para esconder el crimen,
tapar las evidencias al afirmar que no era su búsqueda.
casi 43 días después la trampa para idiotas
terminará creando asesinos con otros asesinos
o dirán que ellos, los desaparecidos,
también fueron culpables
(“Quien les manda protestar por sus derechos,
Por la vida que les ha sido arrebatada,
 por defender la vergüenza que los demás hemos perdido”).

IV

Un “se lo buscaron” en cada hijo que nos dieron.

V

Una  calavera en el inicio 
nos desolló el alma
y sepultó nuestra esperanza
y padecimos todos:
los que gritamos,
los que callamos,
los que se sienten lejos
del crimen,
de la pobreza,
de la impunidad
del hambre
y se encuentran protegidos
con una muralla de mentiras,
de indiferencia,
de otro tipo de ignorancia.

VI

El destino es el estómago de Cronos
que devoró  a sus hijos
y  a la  consciencia
que nos fue comprada.

...

MHG noviembre 2014

jueves, 25 de septiembre de 2014

Incesante (sobre un cuadro de Leticia Herrera)


Poema amarillo Leticia Herrera




Cae un pedazo de cielo sobre la arena,
como una gota de agua se diluye por su piel.

Descansan los gatos bajo el caluroso tapete de la noche

Por los caminos del vacío,
se escucha el sonido de un rayo lunar
y la incesante sonaja de la nada
que el brujo agita sin parar.

Entre las horas, infinitos relojes
que recurrentes mojan el tiempo.

Se respira el olor de un camposanto perdido
entre los sueños de los pájaros.

Una insólita petición del personaje de otra historia
me sorprende, cuando contemplo la metáfora
en su profundo silencio...

El espejo gritó una vez más
Mientras el universo se deslizó en su reflejo.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Crying


                                                    Detalle de "crying" Leticia Herrera



Allí, 
donde la lágrima de una mariposa
quedó atrapada en la resina
y una paloma suspendida en el aire
espera el retorno de la primera sonrisa,
tu y yo volvemos a encontrarnos
muy cerca del adiós definitivo
cuando el cielo no deja de llorarme
por ese lugar que siempre se estaciona
en medio de un torbellino de sueños
que quieren soñar siempre contigo.


MHG septiembre 2014

viernes, 5 de septiembre de 2014

Retablo

                                     de: www.pitonizza.com

a Luciana


Quiero pintar con las palabras un cuadro,
que plasme los colores de la tarde
con el viento que mece a las palmeras,
la brisa que el mar nos proporciona,
el aroma del café recién tostado,
el sonido de mis pasos en la acera,
el color del framboyán y los narcisos.

Todo este trance de dolor atravesado
al aceptar que el tiempo que se me ha dado
tiene el sentir de la soberbia,
las horas que han transcurrido,
ese concepto dual sin su contexto
al describir la curvatura de la elipse
recorrida por  todos estos años,
hasta llegar de nuevo
y desgraciadamente al mismo punto,
a ese lugar que mi corazón
no pudo aprehender en su periplo.

Quiero pintar un cuadro con palabras
de todos estos escenarios
que pasan por mi mente
mientras camino a casa,
con esta sensación de crisantemos,
dibujar una catedral con el silencio
y la risa de los pájaros,
con sabor a tierra,
a mar,
a viento,
a sol,
a la sonrisa de mi hija
y la esperanza en el retablo de palomas.

Terminar el cuadro con los colores del perdón
para todo ser vivo  que he llegado a lastimar
o podido herir con mis acciones.

Y en ese sonido imperceptible
de un reloj de arena
con un número infinito
construir  mi epitafio
encerrado en esta tarde de verano
en alguna parte del cuadro
y perdonarme,
perdonarme,
tan solo perdonarme.